Experimentar problemas de salud mental y emocional no es un signo de enfermedad mental. Sentirse triste, dolida, agobiada o desesperada en ocasiones es normal.
Entrar en contacto con estos sentimientos, comprenderlos y actuar sobre ellos, resolver las situaciones que los provocan, forma parte de un proceso.
En muchos casos los problemas que afectan a la mujer son vistos como problemas psicopatológicos o incluso tienen a ser tratados como problemas psicológicos exclusivos de la mujer. A veces, ocurre lo contrario los problemas psicológicos o psicopatológicos se tratan como problemas sociales.
El uso de psicofármacos es una práctica cada día más común, especialmente para casos de depresión. También hemos comprobado el caso de mujeres que tienen recetados psicofármacos con el fin de ayudarles a enfrentarse a una serie de problemas psicológicos que en ocasiones provienen de los problemas sociales que afectan a las mujeres.
Entre estos problemas sociales encontramos la falta de apoyo, la violencia machista, el aumento de las responsabilidades familiares, la tensión causada por la precariedad laboral, los cuidados de otras personas y el escaso tiempo que les deja todo esto para cuidarse a ellas mismas.
En esta actividad caminaremos por la sala e iremos vivenciando distintas emociones. Se guiará la actividad para que las participantes presten atención a esos sentimientos y a los pensamientos que se les viene a la cabeza.